Los calendarios entre los antiguos mayas

Dra. Ma. Eugenia Gutíerrez González

breves del ceicum

Según información de la Enciclopaedia Brittanica, el término ‘calendario’ proviene del latín calendarium que significa “registro de interés o libro de cuentas” y es una derivación de calendae, “primer día del mes romano, y día en que eran proclamados futuros días de mercado, fiestas y otras ocasiones” (Enciclopaedia Brittanica, vol. 3: 595, trad. Gutiérrez).

Un calendario es una forma de agrupar los días y regular la vida civil. Esta definición se ajusta en gran medida a lo que podemos entender por calendario entre los mayas del Clásico. Habría que agregar, sin embargo, que no existió solamente un calendario sino varios sistemas de cómputo de los días, los meses, los años, los siglos y las eras imbricados con una gran complejidad (Ayala 1978, 2001; Aveni 1997 <1980>; Thompson 1960 <1950>).

Una regla básica de las inscripciones jeroglíficas de las tierras bajas mayas durante el Clásico es la utilización de variantes para la escritura, en formas que pueden ser geométricas o corporales, tanto para los números como para los periodos (Montgomery 2002):

  • Las variantes geométricas de los números están constituidas por: puntos y barras.
  • Las variantes corporales, tanto de números como de periodos, están constituidas por: imágenes corpóreas de seres antropomorfos y zoomorfos, o bien, por híbridos donde se mezclan rasgos humanos y animales —sean éstos existentes o fantásticos—, así como iconos de objetos de la naturaleza (como piedras, plantas o fragmentos vegetales).

 

A su vez, las variantes corporales, tanto de números como de periodos, se subdividen en:

  • Variantes de cabeza y partes del cuerpo: glifos con la representación de alguna cabeza antropomorfa, zoomorfa o híbrida (seres existentes o fantásticos), o representados por fragmentos del cuerpo humano como dedos, manos, brazos, pies, piernas y dientes, o bien por fragmentos del cuerpo de animales o de híbridos como garras, ojos, colmillos y hocicos.
  • Variantes de cuerpo completo: que son otra manera de escribir los mismos glifos pero no recurriendo a una cabeza, una mano o un fragmento corporal sino utilizando un cuerpo completo, ya sea de humano, de animal o de híbrido.

 

Los números suelen representarse en formas geométricas y en formas corporales humanas, a excepción del número 13 que con frecuencia es representado como animal (Thompson 1960 <1950>).

Los periodos, en cambio, suelen representarse en formas geométricas, formas corporales humanas, formas corporales animales, así como en plantas y elementos de la naturaleza.

Las variantes geométricas y de cabeza y partes del cuerpo son las formas de escritura más comunes. Las variantes de cuerpo completo son las formas de escritura más complejas y menos utilizadas.

Estas son convenciones escriturarias comunes a todos los glifos mayas del Clásico (Montgomery 2002). Para consultar estas variantes, véase la Guía Glífica de Inga Calvin en famsi.

Sobre los elementos que constituyen la Serie Inicial

Lo que hoy conocemos como Serie Inicial fue definida así desde fines del siglo XIX. Maudslay la detectó en inscripciones en piedra, mientras que investigadores como Seler y Förstemann se dieron a la tarea de sistematizar su estudio en los códices (Ortega 2001: 74-76). Suele ubicarse al inicio de las inscripciones y consta de:

  • Un Glifo Introductor de la Serie Inicial (GISI), que presenta dioses patronos de la veintena (mes) o Haab’.
  • La Cuenta Larga, constituida por la combinación de números y periodos que forman ciclos. En la gran mayoría de los casos, esos ciclos son cinco: B’aktuunK’atuunTuunWinal y K’in, pero puede haber notaciones con otros ciclos mayores.
  • La Rueda Calendárica, que es la combinación de los números-días del Tzolk’in con los números-meses del Haab’ para formar una fecha.

 

Información básica sobre el Tzolk’in

En el calendario Tzolk’in o Almanaque Sagrado se combinan trece numerales con veinte signos para contabilizar un total de 260 días (13 x 20=260). Cada uno de estos trece días consta de la combinación de un numeral (1-13) y alguno de los siguientes veinte signos: Imix, Ik’, Akb’al, K’an, Chicchan, Kimi, Manik, Lamat, Muluk, Ok, Chuwen, Eb’, B’en, Hix, Men, Kib’, Kab’an, Etz’nab’, Kawak y Ajaw (véanse los siguientes ejemplos dibujados por Stuart.

La combinación de trece números con veinte signos permite que el conteo circule y fluya de tal modo que sólo es posible la repetición de un número y un signo combinados cuando hayan transcurrido 260 días.

Se desconoce el nombre que le dieron los mayas. Este calendario o almanaque resulta distintivo de Mesoamérica, pues no hay evidencia de una cuenta similar en ninguna otra región del mundo a lo largo de la historia (Ayala 1978, 2001). Esta cuenta sagrada ha permanecido como marca indeleble de un pasado común para muchas comunidades mayas de nuestros días.

Información básica sobre el Haab’

Los mayas utilizaron un sistema que les permitía contabilizar el transcurrir del año solar o periodo de 365 días. Tal y como lo hicieron otras culturas mesoamericanas en distintos periodos (zapoteca, mixteca y mexica), los mayas manejaron un año de 18 veintenas, o meses de 20 días, más un periodo de 5 días que se consideran aciagos (18 x 20 + 5=365). Estos 365 días que constituyen las 18 veintenas adquieren su nombre a partir de la combinación de 20 numerales con 18 signos (Aveni 1997 <1980>; Ayala 2001). Aunque los avances en el desciframiento epigráfico han dado como resultado una propuesta de nombres nuevos para los meses del Haab’, los nombres tradicionales de las 18 veintenas que se conocen son: Pop, Wo, Zip, Sotz’, Tz’ek, Xul, Yaxk’in, Mo’l, Ch’e’n, Yax, Zak, Keh, Mak, Kank’in, Muwaahn, Pax, K’ayab’ y Kumk’u. A estas veintenas se suma el bloque de 5 días considerados aciagos que se llama Wayeb’ (ver los Signos de Mes del Calendario Maya Haab’).

Los calendarios desempeñaron un papel fundamental en la vida religiosa, social y política de los mayas del Clásico. El Tzolk’in (o Almanaque Sagrado) tenía un carácter adivinatorio y fue una herramienta para conocer el destino por medio de la cuenta de los días (Closs 1977; Thompson 1960 <1950>). Dicha cuenta fue uno de los grandes rasgos distintivos de la religión mesoamericana prehispánica. Su permanencia después de la conquista fue tan sólida que llevó a frailes españoles como Diego de Landa, Antonio Margil, Pedro Cortés y Larraz o Francisco Ximénez a detectarla y combatirla (Rupflin 1994: 108-114). La cuenta de los días persiste hasta hoy entre muchos grupos mayas, como los ixiles (Colby y Colby 1986 <1981>), los zinacantecos (Bricker 1980 <1966>), los quichés (Schultze Jena 1954 <1945>; Tedlock 2002 <1982>) y los chujes (Shaw 1974).

En otras palabras, los calendarios mayas del periodo Clásico son sistemas de cómputo temporal con propósitos religiosos, políticos, agrícolas y sociales que estuvieron cuidadosamente imbricados y que eran inherentes a la escritura. En el caso específico del Tzolk’in, tuvieron un carácter adivinatorio, por lo que trascendían el ámbito de lo matemático-astronómico para dar forma a la gran mayoría de las prácticas rituales y religiosas cuyas representaciones visuales en la escritura y la arquitectura pueden ser estudiadas como deidades.

Referencias bibliográficas

AVENI, Anthony F., 1997
<1980> Observadores del cielo en el México antiguo, trad. Jorge Ferreiro, FCE, 2ª. reimp., México, 394 p.

AYALA FALCÓN, Maricela,
1978 El año de 260 días en Mesoamérica. Su origen y funcionamiento. Tesis para optar al grado de Licenciada en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, México.

2001 “La escritura, el calendario y la numeración” en Manzanilla, Linda y Leonardo López Luján (coords.), Historia Antigua de México. Volumen IV: Aspectos fundamentales de la tradición cultural mesoamericana, INAH/UNAM-IIA/Porrúa, México, pp. 145-187.

BRICKER, Victoria R.,
1980 <1966> “El hombre, la carga y el camino: antiguos conceptos mayas sobre tiempo y espacio, y el sistema zinacanteco de cargos”, en Los zinacantecos. Un pueblo tzotzil de los Altos de Chiapas, Vogt, Evon Z. (editor y coautor), 1ª reimp. a la edición de 1966, México, pp. 355-370.

CLOSS, Michael P.,
1977 “The Nature of the Maya Chronological Count”, reimpreso a partir de American Antiquity, vol. 42, no. 1, enero 1977, pp. 18-27.

COLBY, Benjamin N. y Lore M. Colby,
1986 <1981> El contador de los días. Vida y discurso de un adivino ixil, trad. Juan José Utrilla, FCE, México, 311 p.

ENCICLOPAEDIA Brittanica, en 30 vols., vol. 3, William Benton (ed.), The University of Chicago, EUA, 15ª. edición, fundada en 1768, pp. 595-612, 1975.

MONTGOMERY, John,
2002 How to Read Maya Hieroglyphs, Hippocrene Books, Nueva York.

ORTEGA PEÑA, Elsa,
2001 Fundamentos de epigrafía maya en los investigadores alemanes del siglo XIX, Programa de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica y el Sureste, Científica 6, UNAM, México, 160p.

RUPFLIN, Walburga,
1994 ¡Que no se apague su día, su luz y destino! El calendario de 260 días, un sistema simbólico mesoamericano y su importancia entre los mayas de Guatemala, tesis para obtener el grado de Licenciada en Antropología Social, Universidad Autónoma de Chiapas, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 432 p.

SCHULTZE Jena, Leonhard,
1954 <1945> La vida y las creencias de los indígenas quichés de Guatemala, traducción y prólogo de Antonio Coubaud Carrera y Herber D. Sapper, Editorial del Ministerio de Educación Pública de Guatemala, Biblioteca de Cultura Popular 20 de Octubre, Vol. 49, Guatemala, 133 p.

SHAW, Mary (ed.),
1974 “Free Translations of Chuj Texts. Chuj Pantheon” y “Text in Chuj. The Chuj Pantheon” en According to Our Ancestors. Folk Texts from Guatemala and Honduras, Instituto Lingüístico de Verano en Centro América, Ilustraciones de Patricia Ingersoll, Guatemala, pp. 97-108 y 325-338.

TEDLOCK, Barbara,
2002 <1982> El tiempo y los mayas del altiplano, trad. Fernando Peñalosa, Fundación Yax Te’, California, 248 p.

THOMPSON, J. Eric S.,
1960 <1950> Maya Hieroglyphic Writing, an Introduction, University of Oklahoma Press: Norman, Oklahoma, 347 p. + Ils.

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Escritura en Mesoamérica

Dra. Ma. Eugenia Gutiérrez González