Escritura en Mesoamérica

Dra. Ma. Eugenia Gutíerrez González

breves del ceicum

La escritura ha sido una parte fundamental de algunas culturas mesoamericanas a lo largo de toda su historia. En los pueblos mayas podemos encontrar uno de los ejemplos mejor estructurados de sistemas de escritura originales que, a pesar de haber sufrido modificaciones a lo largo de los siglos, aún mantenían un carácter definido y estaban ampliamente diseminados al momento de la conquista española. Para los antiguos mayas, particularmente para los del periodo Clásico comprendido entre los siglos II y IX de nuestra era, escribir fue un acto cuya importancia apenas alcanzamos a imaginar en nuestros días. Se escribía en piedra (muros, dinteles, jambas, puertas, estelas, altares, tumbas, joyas), madera (cajas, herramientas), cerámica (vasijas, platos, vasos), papel y piel (códices) y hasta en los huesos.

No obstante, con la llegada de los españoles a América en el siglo XVI se inició una etapa de destrucción masiva de todos los materiales que, a juicio de los políticos y los frailes europeos, pudiese contener información que obstaculizara los intereses de la corona española. Es decir que la decadencia de la escritura prehispánica se dio en el marco de una confrontación no sólo política y económica, sino particularmente religiosa.

El sistema escriturario que prevalecía en las tierras mayas durante los años de la llegada de los europeos era un sistema logosilábico sumamente desarrollado que, aunque no guardaba ya la complejidad sintáctica que tuvo en los años del periodo Clásico, sí seguía conservando sus principales características: una redacción geométrica que da mucha importancia no sólo al texto sino al espacio que éste ocupa, una riqueza visual que resulta en un método de escritura muy rico en imágenes de lo cotidiano, rostros y cuerpos zoomorfos y antropomorfos que se vuelven una especie de umbral entre lo abstracto y lo concreto con una conjunción de imágenes y reglas fonéticas. Pero quizá uno de los rasgos que fueron determinantes para la feroz persecución que vivió esta tradición literaria sea la fuerte asociación que tuvo con lo calendárico y lo sagrado.

Para poder estudiar a fondo la magnitud de la destrucción que tuvo lugar durante la conquista es necesario considerar, en todo momento, la importancia que tenía la escritura prehispánica para la vida religiosa de los pueblos que la desarrollaron. No se puede hablar de textos mayas del Clásico sin hacer una inmediata asociación con su carácter ritual.

Las fuentes históricas coinciden en apuntar que la fuerza de los conquistadores logró imponerse en todos los ámbitos. Incluso los españoles más cercanos a los indígenas conquistados, aquéllos que se consideraron siempre como aliados, formaron parte también de los grupos que lograron ejercer una influencia contundente en la forma de vida de los pueblos mayas y que fueron desmantelando las formas públicas de representar el pensamiento hasta forzarlas a desplegarse en la clandestinidad.

 

La escritura como forma de resistencia

En el lenguaje de los códices que encontraron los españoles en el siglo XVI aún persistían los rasgos centrales de las piedras mayas prehispánicas del Clásico. Es pertinente señalar que la escritura maya había sufrido ya modificaciones importantes durante el Posclásico. No se debe atribuir a los europeos la pérdida de la riqueza de la escritura en piedra que ha dado fama a ciudades como Palenque, Tikal, Copán, Yaxchilán o Quiriguá, por mencionar sólo algunas. Para el siglo XVI, todas estas ciudades ya habían sido abandonadas por la élites que, al parecer, se llevaron con ellas el esplendor escriturario que caracterizó al periodo Clásico. Sin embargo, es importante subrayar que la escritura jeroglífica siguió viva durante varios siglos y que fue a partir de la persecución española que los últimos vestigios de la escritura antigua cayeron en total desuso.

Algunas formas antiguas de la escritura permanecieron, particularmente en los libros de Chilam Balam, pero siempre de manera clandestina. En otras palabras, la magnitud del impacto de la conquista española sobre la tradición literaria de las tierras conquistada fue tal que, según autores como Stephen Houston, John Baines y Jerrold Cooper, solamente bastó una generación para que la escritura maya se volviera completamente obsoleta.

Si bien hubo pueblos de Mesoamérica, particularmente del Altiplano Central, que lograron rescatar algunos de sus antiguos libros y que siguieron redactándolos, la producción escrita de los mayas sufrió un daño irreparable durante los Autos de Fe realizados en Yucatán pocos años después de la conquista, el 14 de agosto de 1562. En dichos Autos, el obispo Fray Diego de Landa organizó en Maní la exitosa incineración de todos los textos mayas que tuvo a su alcance.

Así, la mayor parte del registro escrito de los mayas antiguos desapareció. Nació entonces una nueva forma de escritura que fungió como rescate de la memoria en un momento crítico de transición e incertidumbre y que devino una práctica de resistencia cultural que permitió la sobrevivencia del pensamiento maya durante varios siglos después de la conquista.

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin